Los 3 senderos más memorables
Por Adriana García Maximiliano, miembro de HCLC de Arizona.
He hecho muchas caminatas increíbles y he estado en muchos lugares hermosos. Es difícil elegir cuáles han sido mis aventuras en la naturaleza más memorables. Cada sendero ha sido para mí un viaje personal, pero puedo pensar en tres que son muy especiales, y a continuación explico por qué:
El Gran Cañón: ¡La caminata por el Gran Cañón hasta el río Colorado y hacia arriba es una de mis más memorables! Fue un sendero largo y extenuante que me hizo darme cuenta de lo fuerte que era y de lo que era capaz. Fue un reto, pero muy empoderador y mágico al mismo tiempo. También me permitió ver esta maravilla natural desde una perspectiva diferente. Ver su grandeza de abajo hacia arriba fue revelador y simplemente inolvidable. Alrededor de cinco millones de personas visitan el Gran Cañón anualmente, pero solo el 1% baja al río. ¡Soy afortunada de haber hecho eso!
Montañas de Colorado: ¡Colorado tiene la suerte de tener las Montañas Rocosas y muchas montañas increíbles para explorar! Un grupo de amigos y yo decidimos escalar una montaña allí, y subestimamos la elevación y cuán diferentes era el terreno y las condiciones en comparación con Arizona. Fue duro, y más de una vez, no sabía si sería capaz de salir sana y salva de la montaña. Caminando en la oscuridad, nos sorprendimos al escuchar ruidos. Como estábamos en un área de osos y se había informado que había un oso cerca de nuestro campamento, nos preocupamos y comenzamos a gritar para asustar al oso. ¡Pronto nos dimos cuenta de que era un árbol que caía justo detrás de nosotros y no un oso! Corrimos, y al día siguiente vimos un árbol gigante bloqueando el sendero que habíamos caminado apenas unas horas antes. Podría haber caído sobre nosotros, pero salimos ilesos. Aunque suena aterrador, fue toda una aventura y, por eso, es una de mis caminatas más memorables.
Sendero del cañón Aravaipa: este sendero completo es casi 10 millas y se encuentra cerca de San Manuel, Arizona. Requiere un permiso especial y es otorgado por la Oficina de Administración de Tierras. Es muy especial para mí y es una de mis caminatas más memorables porque fue la primera vez que llevé a mi papá en un viaje con mochila. Vimos tanta vida silvestre, y fue la primera vez que me topé con una serpiente de cascabel. No puedo olvidar ver a mi papá tan feliz, disfrutando del aire libre, y al mismo tiempo decepcionado por la comida deshidratada o “de mochilero” que llevábamos. Todavía me río pensando en él diciendo: "¿por qué no trajiste comida de verdad?" o “Podría haber traído comida de verdad”. Fue una experiencia divertida compartir con él.
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