Reserva Indígena de Havasupai: un lugar sagrado de increíble belleza

Por Daniela Zavala, Directora de Comunicaciones de HECHO.

Cuando me mudé a Arizona, estaba emocionado de visitar el famoso Gran Cañón, una de las Siete Maravillas Naturales del mundo y el segundo Parque Nacional más visitado de los Estados Unidos.

Es difícil olvidar aquel momento en el que vi por primera vez este magnífico lugar desde uno de los miradores del South Rim. Su inmensidad, profundidad, y belleza me dejaron sin palabras.

No mucho después de esa experiencia inolvidable, encontré fotos de cascadas que no parecen de verdad. Caídas de aguas de color verde azulado escondidas en lo profundo de la esquina suroeste del Gran Cañón: las Cataratas Havasupai. Fue entonces cuando descubrí que había gente que vivía en este lugar mágico y remoto.

El pueblo Havasupai ha vivido en el Gran Cañón durante más de 1000 años. Se les conoce como la Gente de las Aguas Verde Azules, los guardianes originales del Gran Cañón. Con 188077 acres, la reserva Indígena de Havasupai se estableció en 1882 y se considera una de las más remotas.

El pueblo de Supai, donde vive la tribu, está ubicado ocho millas dentro del Cañón Havasu. No hay carretera hasta el pueblo, por lo que la única forma de llegar es a pie, en helicóptero o a caballo.

Llegar allí no iba a ser fácil, pero estaba decidida a visitar las impresionantes cascadas de Havasu Creek.

Llegué a Hualapai Hilltop, con una elevación de 5,200 pies, ubicado al final de Indian Rd 18. Desde allí se ve el vasto, intimidante y magnífico cañón rojizo con paredes de 3,000 pies de altura. Ahí es donde comienza la caminata de ocho millas hacia Supai.

Fue una caminata larga pero increíble y escénica rodeada de gigantescas paredes de arenisca. E igual de increíble fue llegar a Supai, el hogar de la tribu Havasupai. El pueblo tiene casas, establos, un puesto comercial, un albergue e incluso una pequeña iglesia.

A una corta distancia a pie del pueblo se encuentran las famosas cataratas y los arroyos color aguamarina que atraen a excursionistas y buscadores de aventuras de todo el mundo, pero lo más importante, una preciosa fuente de agua que ha permitido que esta comunidad prospere durante siglos y cultive campos de maíz, frijoles y calabaza.

La extracción de uranio en el Gran Cañón no solo es una amenaza para esta maravilla natural, probablemente uno de los lugares más bellos de la Tierra, sino también para el sustento del pueblo Havasupai. Si su única fuente de agua está contaminada, la tribu no podría vivir aquí.

Las operaciones anteriores de extracción de uranio han causado daños a las tierras nativas, afectando de manera desproporcionada a los pueblos Indígenas del norte de Arizona.

La cuenca hidrográfica, el patrimonio cultural, el ecosistema y la belleza natural única del Gran Cañón deben protegerse permanentemente para las generaciones actuales y futuras.